Sucede a menudo que se empieza a realizar actividad física frecuente, comer saludable y los resultados no son los esperados, de lo contrario no sólo no se logra bajar de peso sino que en muchos casos aumentan.
Es por ello que hoy vamos a abarcar este asunto que preocupa a más de uno, pues en muchos casos sucede que se piensa que se está llevando una dieta saludable y no es el caso, o bien hay algún funcionamiento específico en el organismo que impide de algún modo la baja de peso.
1. Problemas hormonales y de estrés
Diferentes problemas hormonales como el hipotiroidismo, síndrome del ovario poliquístico, resistencia a la insulina… son causantes de dificultades para la bajada de peso. Por otro lado, estrés sube los niveles de cortisol afectando al nivel emocional que aumenta el apetito y, por lo tanto, el aumento de las calorías ingeridas. Acudir a un especialista que establezca un diagnóstico es el primer paso. Posteriormente, es recomendable contactar con un profesional de la nutrición y del ejercicio físico que puedan orientar con un programa adecuado de trabajo adaptado a las necesidades de cada persona.
2. Exceso de ejercicio cardiovascular
Es cierto que el ejercicio cardiovascular (correr, andar en bici, etc.) es bueno para la salud pero, desde el punto de vista de pérdida de grasa, que no de peso, los últimos estudios indican que la combinación de trabajo de fuerza y hiit (entrenamiento interválico de alta intensidad) es la mejor fórmula.
3. Dormir poco
La falta de sueño puede alterar la secreción de hormonas como la leptina y la grelina, lo que podría afectar a nuestra sensación de hambre. La grelina es la encargada de enviar señales al cerebro para inhibir el estímulo del apetito y la leptina, cuando descienden sus niveles, provoca un aumento de las ganas de comer.
4. Seguir dietas poco saludables
Algunas dietas no proveen todos los nutrientes que el cuerpo necesita y, como resultado, pueden desacelerar el metabolismo y provocar dificultades para la pérdida de peso. Es fundamental adaptar la dieta a cada persona y metabolismo para mantenerlo ágil y activo. Una ingesta equilibrada de hidratos, proteínas y grasas es fundamental. Para ello, es siempre recomendable acudir a un médico especialista en nutrición, quien nos ayudará a perder peso de manera saludable.
5. No conoces tus porciones
Comer bien es importante pero, en ocasiones, no tenemos en cuenta las proporciones que deberíamos ingerir. Hasta los alimentos más saludables, aunque tienen un importante valor biológico, aportan calorías, y si no moderamos su consumo no bajaremos de peso. Un control de las raciones será necesario para una pérdida de peso efectiva.